La red de atención de víctimas articula, ante la  ocurrencia de  un  delito,  una serie de  servicios y atenciones en  el ámbito de  la  denuncia,  reparación, persecución judicial y trato en los medios de comunicación. Cuando  una persona es  víctima  de un delito, especialmente de uno  violento, requiere un contacto rápido  y oportuno; y si el objetivo  es contribuir  a la reparación de los daños, la atención, además, deber  ser integral y  especializada. Por  otra   parte,   se busca que  las  personas superen las consecuencias negativas de ser víctimas de un delito y no sufran victimización secundaria. El trabajo en  red  permite generar coordinaciones e intercambios entre las distintas instituciones definiendo protocolos para la derivación  de casos.