La ciudad de Santiago presenta al interior de sus  centros urbanos diversas zonas que  presentan una  alta  concentración de actividades comerciales, culturales, educacionales y productivas que  se traduce en una alta afluencia de público. Esta realidad, sumado a factores físicos generados por el espacio construido y la falta  de  medidas de  prevención de la ciudadanía, tienden a ser propicios a la mayor  ocurrencia de delitos.   El plan de  intervención en  Centros Urbanos busca  coordinar intervenciones con una  mirada de mediano y largo  plazo, implementando metodologías de trabajo intersectorial público/privada y apoyo  a la gestión y fiscalización de las instituciones involucradas. Las acciones incluyen proyectos  de    prevención situacional  tales como sistemas  de teleprotección, luminarias en  zonas inseguras de alta  afluencia de público, recuperación de sitios eriazos, paraderos, mobiliario  urbano,  entre  otros; además de  componentes de  promoción del autocuidado y educación a la ciudadanía.