De acuerdo al catastro realizado por la  SEREMI Salud  Metropolitana,  en Santiago existen  77 vertederos ilegales, junto  con  otros 700  microbasurales (GORE, 2016f) ubicados en distintos sectores de la ciudad.  Todos  se han ido consolidando como focos de  riesgo sanitario para la población que  además generan una serie  de externalidades negativas tales como riesgo de  incendios y focos de inseguridad, entre otros. Es necesaria la creación de  un  programa integral que  aborde esta problemática desde sus múltiples variables. Tanto  desde el encargo y transporte ilegal de escombros y residuos hasta la reconversión de uso de los espacios habilitados.